La Semana Santa de Soria, declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León, es uno de los múltiples atractivos que posee esta Muy Noble, Muy Leal y Antiquísima Ciudad. Semana Santa silenciosa y austera, devocional; fiel reflejo de la sociedad soriana que la sustenta. Destaca por su intenso sentimiento religioso.
Sus tallas se encuentran a la altura de las grandes tallas castellanas (de gran valor artístico en escultura policromada) que participan en la Semana Santa en Castilla y León. Como muestra de ello, podemos contemplar durante la Semana de Pasión la bella imagen del Cristo del Humilladero (siglo XVI), atribuido a Juan de Juni o a su escuela. Todo ello convierte sus procesiones, y en especial la Procesión General del Santo Entierro de Cristo la tarde-noche de Viernes Santo, en muestras de religiosidad de corte familiar, íntimo, propio de los sorianos y forasteros que las contemplan.
Procesiones tradicionales, siempre a la misma hora y pasando por la Calle del Collado; como el Via Crucis de las Santas Caídas y la Procesión del Silencio la noche de Jueves Santo, o la Predicación de las Santas Palabras la mañana de Viernes Santo desde los siete balcones de costumbre. Como escenario, las viejas callejas, callejones, plazas y plazoletas de una mágica ciudad que todavía conserva el encanto mágico de antaño. Existen rincones en los cuales el tiempo se resiste a avanzar, parece detenido a perpetuidad; especialmente al caer el sol. Tras tres años de recopilación de información por parte de la Junta de Cofradías de Semana Santa de la Ciudad, el 8 de agosto de 2008 se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León la Orden de la Consejería de Cultura y Turismo por la que se declara Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León a la Semana Santa Soriana.